domingo, 5 de agosto de 2012




 De pronto estaban aquí las cerezas,
aunque se me había olvidado
que había cerezas,

e hice proclamar que nunca hubo cerezas...
estaban aquí, de pronto y caras.

Cayeron ciruelas y me dieron a mí.

Pero si alguien cree
que yo cambio
porque algo me caiga encima,
es que nunca le han caído cerezas.

Sólo cuando me pusieron avellanas en los zapatos

y tuve que correr,
porque los niños querían lo de dentro
grité pidiendo cerezas, quise que me cayeran
encima ciruelas... y cambié un poquito.
 
 
 Günter Grass - Cambio

jueves, 5 de abril de 2012

"A la gente le gusta sentir. Sea lo que sea" -escribió Virginia Woolf en su diario. 
Hay que darle la razón y escandalizarse después por habersela dado. ¿Como vamos a desear sentir en abstracto, acríticamente, al por mayor, cuando sabemos que algunos sentimientos son terribles, crueles, perversos o insoportables? La contradicción existe y sospecho que irremediablemente. Nos morimos de amor, nos morimos de pena, nos morimos de ganas, nos morimos de miedo, nos morimos de aburrimiento, y , a pesar de la eficacia letal de los Afectos, la anestesia Afectiva nos da pavor.
J.A Marina.

domingo, 22 de enero de 2012

Soledades

Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero, si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
 
después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
 
ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
 
los datos objetivos son como sigue
 
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos 
claro que la soledad no viene sola
 
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad.
 
Conforme
pero
¿que vendrá después
de la soledad?
a veces no me siento
tan solo
si imagino
-mejor dicho- si sé
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
¿qué vendrá después
de la soledad?.

(Mario Benedetti)