lunes, 10 de noviembre de 2008

s o y v í c t i m a



Somos víctimas -pensaba yo- de un doble espejismo. Si miramos afuera y procuramos penetrar en las cosas, nuestro mundo externo pierde en solidez, y acaba por disipársenos cuando llegamos a creer que no existe por sí, sino por nosotros. Pero si convencidos de la íntima realidad, miramos adentro, entonces todo nos parece venir de fuera, y es nuestro mundo interior, nosotros mismos, lo que se desvanece.


¿Qué hacer entonces? Tejer el hilo que nos dan, soñar nuestro sueño, vivir;
sólo así podremos obrar el milagro de la generación.




Antonio Machado, Páginas escogidas, 1917.









Leía hace poco sobre la importancia del recogimiento.

Dejarse estar en el recogimiento que surge cuando aparece alguno de esos viajes interiores que todos vivimos en algún momento u otro de nuestra vida. Después de una experiencia...

intensa... especial... a mi entender.


Pues me recojo. Y des de ahí, me dejo estar.