lunes, 22 de diciembre de 2008


De repente todas las hojas quedan escondidas.
Como con miedo. de salir, de que el aire las haga volar.
Las tapas de las libretas permanecen cerradas, sin abrir,
o entreabierta, alguna, por lo ligero del cartón..
Y hay algunas que no verán la luz, de momento, hasta que otro amanecer de energía ocurra.
Las libretas son como los momentos: pasan.
No es necesario acabarlas. Cuando pasa el momento, digno de dejar plasmado,

también pasa la libreta.
Ya no hay momento para aquella. Ya ha tenido su momento, al que sostener en sus páginas...
Dejar que entre otro es, a veces, un querer huir de lo real, de lo presente. De lo que sí está.
Y la actitud, al final, no es otra que relacionarse con lo presente, más que con lo ausente...

vivir aquí, y ahora...y sentir, más que explicar o pensar.

...y me voy enfriando, de lo que ha sido instinto,
genuino...me voy enfriando, lo sé, lo siento,
del nivel de adicción que todavía me cuesta soltar,

soltar, soltar...
cuantos miedos, por miedo a.. ... s i l e n c i o.
Y ahora más luz sobre mí.
Voy soltando el nivel de adiccion y tomo más consciencia.
Vestiditos de flores, por favor. Calor, mar, paz interior, SOL,
tranquilidad, conmigo misma, y caricias, cuerpo, moverme, escuchar
lo que me dice... descansar ahí.
Autocarícias dulces.